Under The Rose

Un año más, y ya son demasiados, tiene lugar en ese pueblecillo de bárbaros borregos y asesinos llamado Tordesillas el «festejo» conocido como «Toro de la Vega». No sé vosotros, yo prefiero llamarlo brutal matanza previa tortura de un animal indefenso.

Hoy mismo los habitantes de este pueblo inculto y atrasado obligan al tristemente célebre toro a realizar un recorrido por el campo mientras los más paletos del pueblo montados a caballo y armados con lanzas de más de dos metros de largo se dedican a dar lanzazos al animal hasta que muere. Después de la matanza, el asesino tiene derecho a cortarle los testículos al toro como trofeo, además de recibir por parte del Ayuntamiento una lanza de hierro forjado y una insignia de oro. Olé. Me pregunto yo qué hará ese triunfal ganador con los testículos, ¿habrá cumplido su más húmeda fantasía? ¿Se los comerá creyendo que así aumenta su virilidad?

Tamaña aberración ocurre todos los años por estas fechas y sí, los vecinos saben que están mal. MAL, NIÑOS MALOS. Se puede comprobar como estos berracos (con perdón para los cerdos por semejante comparación) no sólo son unos psicópatas que descargan su frustración contra un animal indefenso, sino que también lo hacen contra los periodistas que acuden al pueblo a grabar tal sacrificio; insultos, agresiones y, sobre todo, ocultamiento. No quieren mostrar el atraso del que son partícipes, aquello a lo que llaman «festejo» y «tradición». Juzguen ustedes mismos.

De auténtica vergüenza.

Esta entrada esta escrita desde el más profundo desprecio y con total falta de respeto a una panda de analfabetos atrasados con ínfulas de cultivados y tradicionales. De nada.