Under The Rose

Cuando se estrenó esta serie tenía mis reparos en verla y, un día por otro, la fui dejando hasta el punto de no haber visto siquiera un tráiler o haber leído el argumento. Total, que no tenía ni idea de qué iba. Sólo sabía que la protagonista era Laura Linney, que a pesar de ser muy fan suya desde John Adams, no fue motivo suficiente para que le diera una oportunidad. Sin embargo, cuando la nominaron como Mejor comedia en los Globos de Oro, ya me lo empecé a pensar y terminé bajándola y devorándola en menos de 24 horas.

Tras ver el primer capítulo, en el cual te dejan claras las intenciones, te preguntas ¿cómo puede considerarse a esta serie comedia si la protagonista va a morir irremediablemente de cáncer? Pues sí, The Big C es muy grande y mezcla, sólo como Showtime sabe, la comedia y el drama de una forma magistral. Aunque el mayor peso de la comedia recae en los secundarios, personajes increíblemente buenos como la vecina, Marlene, o el fantástico hermano, Sean, un ecologista que vive en la calle y que te desternillas con sólo mirarle.

La trama me ha gustado mucho, es algo típico que ya hemos visto mucho, cómo la protagonista se aferra a la vida y a los momentos que están por llegar sabiendo ahora que cada minuto cuenta, vive como si cada minuto fuese el último. En The Big C, Cathy (Laura Linney) descubre que tiene cáncer en una fase muy avanzada e incurable, que como mucho le queda un año y medio de vida, y decide guardarse esta revelación para sí misma y no compartirla con nadie. Lo importante ahora es disfrutar la vida que le queda en compañía de los suyos, carpe diem.

Me he reído muchísimo a lo largo de toda la serie y he llorado (los dos últimos capítulos son mortales), pero sobre todo Cathy se ha ganado un huequito en mi corazón seriéfilo. Como todas las chicas de Showtime, Jackie, Tara, Nancy, Fiona…